martes, abril 19, 2005

Que viene el lobo

La opa sobre Amadeus cada día me recuerda más al cuento del lobo, y no porque piense que no va a llegar, sino por la lentitud con la que se está cerrando esta operación. Empezó a mediados del año pasado con los rumores de venta que impulsaron la cotización, para conocer en diciembre que Iberia, Air France y Lufthansa aceptaban una oferta 7,35€ pero que les mantenía dentro de esa señora empresa que es Amadeus.

Dentro de un mercado mundial de oligopolio que son los GDS, y que en Europa para Amadeus es un quasi monopolio, es lógico que las tres aerolíneas no estén por la labor de desprenderse de sus acciones en una empresa cuya importancia estratégica manifiesta su blindada estructura accionarial.

Las tres aerolíneas han primado su presencia accionarial en la futura Amadeus frente al precio, por lo que rechazaron ofertas superiores que les dejaban fuera. Esto choca frontalmente con los intereses de los accionistas minoritarios, quien como ya comenté en un blog anterior se ven obligados a vender para único beneficio futuro de las compañías.

Pero la opa la llevan a cámara lenta ganando tiempo para negociar una contraoperación a precio superior a y que al mismo tiempo mantenga sus condiciones de permanencia. Por eso la cotización no llega al precio mágico de 7,35€ en lo que llevamos de año, a pesar de que en su momento cotizaron otros no oficiales. Las manos fuertes llevan meses acumulando importantes paquetes en órdenes que los últimos días han colocado entre 7,25 y 7,27€. Para estos brokers, cuyos tickers no hay más que ver pasar todos los días, la posibilidad de beneficio es doble mientras que el riesgo es nulo:

  1. Si las aerolíneas finalmente desechan una oferta superior, arbitran el precio embolsándose un beneficio reducido pero exento de todo riesgo.
  2. Si se presenta una oferta superior, colocarán las acciones en mercado a su precio sin necesidad de esperar a que termine todo.
Mientras tanto nadie paga un céntimo más allá de 7,29€ y solo venden los pequeños inversores cansados de esperar que toda esta operación termine. Lo que ahora está por ver es si se alcanzará esa cifra mágica del 77,68% de accionistas que acepten la opa, en cuyo caso las acciones serían excluidas de cotización.

Tomando como referencia otra operación polémica como fue la compra de Telefónica a Terra, está claro que los pequeños ahorradores hicieron suyo ese concepto made in spain que es la defensa numantina, pero en este caso la exclusión no será una amenaza sino una realidad, lo que sin duda pone nervioso. Hay mucha gente pillada desde el 2000, y tomando el pulso a estos accionistas, muchos no venderán por una cuestión de puro despecho.

El lobo aún no ha llegado

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