Una de las cosas que me gusta hacer dentro de mi actividad es poder trasladar los precios que veo en las cotizaciones de los mercados financieros al precio de las cosas cotidianas. Así por ejemplo lleno el depósito de mi coche o espero a la siguiente semana en función de lo que veo que hace el precio del petróleo y la cotización del euro y el dólar.
Siguiendo estos sencillos datos que se pueden consultar hasta en el teletexto, lo primero que se aprende es que hay quien hace demasiado negocio a costa de los consumidores, porque las cosas siempre suben, pero nunca bajan lo que debieran. Expongo:
- El pasado día 5 de abril el barril de petróleo Brent (el de referencia en Europa) cotizaba a su precio más alto del año, 56,05$ y el €uro estaba a 1,28 dólares. Por tanto cada barril de petróleo se pagaba a 43,61€. El gasóleo de automoción marcaba esa misma semana su máximo histórico en las estaciones de servicio a 0,91€ litro.
- El día 18 de abril el barril de Brent costaba 50,93$, y el €uro se pagaba a 1,30 dólares. Cada barril costaba entonces 39,11€, un 10% menos que quince días antes. El gasóleo de automoción se cobra desde entonces en las gasolineras a 0,90€, un 1% menos.
El ejemplo está elaborado entre unas fechas cercanas y en momentos de cotización extremos, pero documentándose sobre las cotizaciones del año pasado las conclusiones son más sangrantes. Ahora parece que el petróleo va a tantear nuevamente sus máximos, a pesar de que durante la primavera tradicionalmente baja. ¿Apostamos a que el gasóleo se pagará a más de 0,91 céntimos?
Espero que los resultados en el área de marketing (venta) de Cepsa y Repsol sean históricamente buenos, porque de lo contrario me inclinaré por pensar que además de engañar a los consumidores también engañan a sus accionistas.
El pasado verano cuando el gasóleo llegó a los 0,80 céntimos las asociaciones de transportistas amenazaron con emprender movilizaciones, ahora callan. ¿Será que el gobierno les ha prometido crear un gasóleo profesional? La medida me parecería totalmente lógica, pero no olvidemos que para compensar recaudación entonces habría que equiparar la fiscalidad de los gasóleos y las gasolinas.
Calculadora en mano son malos tiempos para los coches de gasoil, y auguro que serán peores en cuanto este combustible se grave con los impuestos medioambientales que le corresponden por sus mayores índices de contaminación.
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