viernes, septiembre 16, 2005

Si no ladras no muerdes

Es algo así como "el que no llora no mama" pero en la versión agresiva que a veces parece la única válida para que en estos tiempos le tomen a uno en serio. A Esta conclusión a priori filosófica he llegado hoy tan banal como una máquina de afeitar.

Resulta que ayer me voy al Corte Inglés y me compro una Cruzer 3, una afeitadora Braun supuestamente de última generación que incorpora un perfilador de patillas muy útil. La estreno casi de forma inmediata, y resulta que la afeitadora no es más que una auténtica mierda que no afeita absolutamente nada. Esa misma noche llamo al teléfono de atención al cliente que consta en el folleto de instrucciones y me sale una grabación diciendo que solo están de 9 a 17 (no se matan trabajando).

Así que esta misma mañana a las 9 llamo al 901, y me atiende un chico ¡portugués! que anda perdido como un pulpo en un garage y que tiene evidentes dificultades para expresarse en castellano. Tras una docena de balbuceos y silencios me dice que la afeitadora es buenísima y que de no serlo me proporciona la dirección de un servicio técnico para que la miren. ¿No tenía 24 horas y ya necesitaba entrar en un servicio técnico? Al plantearle que pasa si la afeitadora como me temo no tiene ningún defecto y sencillamente es que no afeita un pijo, me responde que de ser así me aguanto.

Y entonces ladro

Le digo que quiero poner una reclamación, y me toma los datos dándome un número de cliente y diciéndome que llame dentro de unos días. Como se que eso no sirve de nada le pido hablar con un superior, y me contesta que no puede hacerlo porque está solo. Como le contesto que no me lo creo, y entonces se confirma una de mis sospechas, la llamada está desviada a un call center en Escocia y allí son las 8 de la mañana (puta subcontratación y economía global). Y supongo que cuando más nervioso le pusieron mis ladridos fue cuando le dije que me pasara con alguien que hablara español correctamente. Se enfadó y me colgó.

A las 9:30 me devuelve la llamada diciéndome que me he metido con él porque le he dicho que no sabe hablar español, a lo que le contesto que es cierto, y entonces le cuelgo yo.

A las 10 me llama su jefa que acaba de entrar a trabajar y me dice otra vez que por qué me he metido con él (si es para solucionar algo no se mueven tanto, pero cuando se sienten heridos...), le remito a que escuche la grabación de la llamada y le pido que no me vuelvan a llamar mientras no tengan una solución para mi.

Una hora después me vuelve a llamar el primer operador, me pide disculpas por haberme colgado el teléfono y me indica que:
recibiré en mi domicilio un paquete prefranqueado en el que meter mi afeitadora junto con el ticket de compra y que en cuanto la reciban me enviarán un cheque por el importe
Así pues para ahorrar esas gestiones vuelvo al Corte Inglés, le expreso a la responsable de departamento mi total insatisfacción con la máquina, y me abonan el dinero (abierta y utilizada). La diferencia de un líder en trato al cliente.

Lo que he hecho no es para presumir, pero está claro que para morder hay que ladrar, de lo contrario ahora mismo tendría esa afeitadora muerta de risa en un rincón mi casa.

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón, como no te pongas por las "malas" nadie te hace ni p caso. Hay que ladrar continuamente por que nos toman por el pito del sereno!!!

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