viernes, junio 03, 2005

Carta abierta a Pablo Peyrolón

Tengo el placer de leer al doctor Pablo Peyrolón en su columna en finanzas.com y de escucharle puntualmente en radio Interconomía. En su artículo publicado la semana pasada en la web, D. Pablo me recordó lo que yo pensaba del liberalismo económico cuando estaba en la universidad, quizás porque era lo que me decían que debía pensar. Luego cuando cuando salí de la burbuja en la que vivía descubrí algo que ya sospechaba, y es que la realidad no solo no se parece a lo que cuentan los libros de teoría económica sino que suele ser opuesta.

El señor Peyrolón defiende con las mismas energías con que lo hacía yo hace años que se ha de partir de la libertad de pensamiento y actuación como base para la solución de los problemas colectivos gracias a que el enriquecimiento económico de los que llevan la iniciativa repercute en resto. Para mi la riqueza es de la misma naturaleza que la energía para Einstein: ni se crea ni se destruye, la energía solo se transforma y la riqueza solo cambia de manos.

Cualquier sistema puede ser abierto o cerrado, o intercambia con el exterior o es autosuficiente. El mundo no es más que un gran sistema global, por tanto cerrado, compuesto a su vez de múltiples sistemas económicos más o menos abiertos que son los paises. El sistema más abierto quizás sea el NAFTA por su amplitud y la aportación de los EEUU, y el más cerrado Corea del norte.

Económicamente hablando el sistema dominante está organizado en la forma denominada capitalista, que es la que según estudiosos como el señor Peyrolón es capaz de solucionar más problemas cuanto mayor sea su grado de aplicación. Se le llama capitalismo liberal o liberalismo, yo sin eufemismos los llamo capitalismo salvaje o depredador. Porque partiendo de axiomas como que todo sistema es equilibrado y cíclico, en el capitalismo para que alguien se enriquezca otro tiene que perder, e intentar demostrar lo contrario son paparruchas teóricas (¿hablamos de la suma cero de los mercados de futuros señor Peyrolón?). La destrucción natural que se están sufriendo muchas industrias por la incorporación de China a la OMC lo demuestra: ellos aumentan su nivel de vida, otros se quedan sin trabajo.

El interés capitalista controla el pensamiento gobernante para garantizar su prosperidad, ya que la acumulación de riqueza por parte de las manos fuertes solo se consigue si las manos débiles la pierden. Es el casino. Por eso los beneficios de las grandes corporaciones crecen a ritmos anuales del 20%, gracias a que los ciudadanos perdemos cada año un 20% de nuestro poder adquisitivo. Por eso nos dicen lo que tenemos que pensar, por eso los académicos enseñan en las universidades que la inflación es sana y la deflacción es mala. Porque si los precios suben mientras los salarios no lo hacen, se incrementa el beneficio del dominante.

Pero el talón de aquiles de todo este sistema es que no es sostenible. Cuando los niños vietnamitas que cosen balones a Nike crecen llegan las revueltas, cuando los mares se secan no queda que comer, cuando la tierra se yerma los árboles mueren, cuando el petróleo se quema el aire se torna irrespirable.

El respetadísimo economista Jeffrey Sachs ya lo ha advertido: "hoy estamos hablando de la erradicación de la pobreza en el mundo, dentro de quince años estaremos discutiendo sobre la sostenibilidad del sistema"

jueves, junio 02, 2005

La Francia dice no la Holanda dice no

Los respectivos noes de Francia y Alemania a la ratificación de la constitución europea han desatado la más grave crisis política en Europa desde la negativa danesa a la ratificación del tratado de Maastricht en 1992. Políticos y tertulianos todos de la mano, se afanan en ofrecer todo tipo de explicaciones a este suceso siempre y cuando no pasen por hacer autocrítica con el actual proceso de construcción europea.

En Francia se entendió el no como un no a Chirac, como un desencanto de los franceses con la situación económica, como un rechazo a Turquía. En el caso holandes los argumentos pierden fuerza, pero van en una línea similar culpando a los votantes de una especie de xenofobia hacia los nuevos europeos del este. Para rematar sale el ministro Moratinos diciendo que estas dos negativas son tan respetables como las diez ratificaciones que se han hecho ya a la carta magna, olvidando señalar que de todas ellas sola una ha sido por referéndum, la española.

¿Por qué a ningún responsable político se le ocurre pensar que quizás los europeos estamos hartos de la propia política europea? ¿Por qué ese afán en correr tanto ampliando hacia el este? Quitando a las grandes corporaciones ¿qué cosas ha traido el euro al resto de la gente que no sea una pérdida de poder adquisitvo, confusiones y gastos de adaptación?

Los parlamentos holandés y francés deberían disolverse y convocar nuevas elecciones ante estos resultados, dado que de haber tramitado ellos la ratificación el proceso se habría hecho sin problema alguno, por lo que demuestran no estar representando la voluntad soberana de sus pueblos. En España nuestro presidente puede estar más que contento, estos resultados en contra de lo que afirman algunos periodistas le fortalecen a él y a su referéndum ante Bruselas.

No es de extrañar que los ingleses se lo estén pensando

miércoles, junio 01, 2005

Ya está aquí

Tras la vertiginosa caida del euro provocada por el no francés y holandés a la constitución europea nuestra factura energética subirá de precio en los próximos meses. Coincidiendo además con un nuevo embite de los precios del petróleo el problema adquiere unos matices más preocupantes. No entiendo como en este contexto algunos autores comienzan a hablar de un posible escenario de deflacción en Alemania y de una "niponización" de la economía europea.

En mi opinión la combinación de la debilidad de las economías francesa y alemana conjugada con el cercano y fuerte aumento de los costes energéticos tendrá como resultado un cóctel explosivo: estanflación (alta inflación acompañada de negativo crecimiento económico). El BCE tiene ahora la oportunidad de enviar un mensaje contundente a los sectores económicos subiendo los tipos de interés en un cuartillo. Esta medida más que por las consecuencias reales que tuviera sobre la economía, tendría más un componente psicológico derivado de la tormenta bursátil que desataría junto con una fuerte restricción temporal del consumo que incluso podría causar unos limitados crecimientos negativos. Pero en el medio plazo la medida sería beneficiosa al extirpar de raiz un problema que se avecina causado por el oro negro y que es una hiperinflación.

En realidad no creo que el BCE tenga el valor de hacer esto, más bien me inclino por pensar que los tipos seguirán intactos durante todo este año si no es que bajan algo más. La inyección extra de liquidez que supondría esta medida impulsaría aún más las ya insostenibles, por descuento de flujos futuros, valoraciones de las compañías cotizadas en bolsa y seguiría alimentando la burbuja ya existente en el mercado de bonos y en el inmobiliario (este último problema en Alemania no existe, por lo que en Bruselas no preocupa).

Ahora es cuando hecho en falta en Europa la decisión e independencia de Mr. Greenspan, que ha sabido llevar hasta el límite los tipos de interés para provocar una rápida activación de la economía USA para después devolver las tasas a sus niveles neutrales. Mientras tanto en Europa hemos estado anclados en ese ambiguo 2% que no ha servido para relanzar las locomotoras económicas y que al mismo tiempo ha desincentivado por completo el ahorro al situar los tipos de interés reales en tasas negativas.

Esta situación es aberrante y dura ya demasiado.
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