- El alto quiere ser bajo, el bajo quiere ser alto
- El famoso quiere ser anónimo, el anónimo quiere ser famoso
- Ella quiere ser él, él quiere ser ella
- El mayor quiere ser joven, el joven quiere... (un Mercedes)
Los padres quieren que sus hijos sean abogados y arquitectos, y los hijos quieren un trabajo que les permita independizarse. Inecuación. ¿Es que no es suficiente con que el sistema económico haya restado todo tipo de valor al sector primario? ¿No nos valió con llamar zoquetes durante años a los que estudiaban formación profesional? Que yo sepa lo único que tenemos que hacer todos y todos los días es comer, pero pensamos artificialmente que es viable una estructura en la que todo el mundo se dedique al sector servicios. Y desde hace tiempo son aquellos "zoquetes" los que se están riendo de todos los que pensaban que iban a llegar a la luna por hacer caso a lo que decían los libros, obviamos que hay que empezar por barrer el suelo.
Hace unos días mi tía en presencia de sus hijos me pidió opinión sobre lo que deberían estudiar, mi respuesta directamente hacia ellos fue: "estudiar de lo que os guste porque trabajar no vais a trabajar de nada" (y no quería decir "de lo que haya", quería decir "de nada"), ante lo cual no hubo más que un gesto de asentimiento resignado.
Esta generación ha sido víctima y beneficiada de un acomodamiento al que nos han sometido los mismos que levantaron este país con la voluntad y la fuerza de sus manos. No quieren que volvamos a pasar por aquello, y lo comprendo. Pero entre eso y pretender que todos estemos sentados en un despacho con traje y corbata golpeando las teclas de un ordenador sin ningún tipo de responsabilidad, hay un término medio que la educación ignora.
Tengo titulación universitaria y muy claro que a un hijo mío no le pediría que estudiase. ¿Con qué fin?
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