Absolutamente representativo del nivel cultural que impera en la atención al cliente de la primera multinacional española, donde he oído cosas como "¿con B de Valencia?" o se podía encontrar "Provincia de Oviedo" en determinados formularios de la web.
Pero comprobando la capacidad de expresión y opiniones que tiene su máximo responsable, queda patente que la pobreza intelectual de los de abajo no es más que un reflejo.